A lo largo de los años, la ciencia y la tecnología han confluido para dar lugar a la puesta en funcionamiento de nuestros sueños de ficción más locos. Es de la mano de la tecnología que muchos de los elementos que tantas veces hemos visto en las películas, van llegando – paulatinamente – a hacerse realidad. Tal es el caso, esta vez, del mundo virtual conocido por todos nosotros a través de los productores de Matrix.

Todos hemos visto, alguna vez, la historia de Matrix y hemos observado, a través de Keanu Reeves, un mundo virtual al que el personaje principal tiene acceso a través de enchufar directamente su cerebro con el mismo.

Si bien es cierto que el argumento central de esta película constituye una fantasía distópica, un importante grupo de investigadores, científicos y especialistas en materia de tecnología de la Universidad de Washington en la ciudad de Seattle, en Estados Unidos, han comenzado, progresivamente, a transitar este vertiginoso terreno, que tiene lugar en la interacción directa de los seres humanos con un mundo virtual, mediante un procedimiento de estimulación directa del cerebro.

Tecnología para la conexión humana

El experimento llevado a cabo por el grupo de científicos e investigadores en tecnología de la Universidad de Washington, fue capaz de mostrar a una serie de seres humanos, pudiendo jugar en un videojuego bidimensional simple, utilizando única y exclusivamente los mensajes que provienen de una estimulación del cerebro efectuada de manera directa, sin que exista ningún tipo de pista sensorial (es decir, ningún tipo de pista de la vista, del oído, ni tampoco del tacto).

El juego frente al cual se colocó a los individuos, consistía en traspasar un total de 21 laberintos distintos, pudiendo disponer de dos opciones diferentes para movilizarse: hacia adelante o hacia abajo. Estas personas sólo podían guiarse a través de la presencia (o de la ausencia) de un estímulo cerebral determinado. Dicho estímulo era llevado a cabo por los científicos, a través de una ilusión, de una especie de destello de luz, que lleva el nombre de fosfeno.

Es de conocimiento para los científicos y los especialistas en tecnología dedicados a esta área, que ciertos campos magnéticos inducen a la generación de campos eléctricos al interior del cerebro. Dichos campos tienen lugar – de manera más específica – en las neuronas propias de la corteza visual, que son las que resultan capaces de dar lugar a la producción de fosfeno.

Para que, en el juego, los sujetos pudieran seleccionar para donde moverse, se generaba fosfeno a partir de estimulación magnética transcraneal.

Los investigadores, científicos y especialistas en tecnología que llevaron a cabo estos experimentos, han asegurado que, si bien en la actualidad del juego virtual, éste se realiza a través de cascos o gafas especiales, es, en última instancia, el cerebro quien determina qué es lo que nosotros aceptamos como realidad.

La eficacia de la tecnología en el juego

Los especialistas que dieron lugar a las investigaciones anteriormente mencionadas, han asegurado que nuestro cerebro cuenta con la capacidad de aprovechar todo tipo de información que llega a él a través de una vía artificial, pudiendo utilizarla para avanzar en el interior de un mundo virtual  sin necesidad de acudir a otros ingresos sensoriales o de información adicional.

La prueba de esto, se ha encontrado en que los distintos sujetos que formaron parte del experimento, introduciéndose en el juego, lograron llevar a cabo movimientos correctos en el 92% de los laberintos que componían dicho juego virtual, recibiendo sólo información obtenida a través de estimulación cerebral.

Los avances en materia de tecnología propuestos por este videojuego en cuestión, han demostrado que se puede suministrar información novedosa a nuestro cerebro, sin que esto ocurra de una manera invasiva, a través de sensores construidos artificialmente, pudiendo desarrollar, sólo con el cerebro, tareas de utilidad.

Una de las investigadoras del equipo que llevó a cabo estos experimentos, ha afirmado:

“Básicamente, estamos intentando proporcionar un sexto sentido a los humanos.”

Continuaremos atentos a los avances que puedan irse observando en esta materia, siendo testigos de cómo la tecnología trasciende, aún, los límites de nuestra imaginación.