La presencia de plásticos en los mares y océanos es un fenómeno que genera cada vez más preocupación. Ello se debe a que no sólo deteriora y debilita la flora marina, sino que además contamina a los peces que luego son destinados para consumo humano. Sin embargo, importantes avances en ingeniería podrían dar lugar a la solución a estos problemas.
Ingeniería: ¿es posible limpiar los plásticos del mar?
En 2012, un estudiante holandés de nombre Boyan Slat, propuso la creación de un sistema para la captura de todos los plásticos flotantes en los mares. En ese entonces, Slat tenía solamente 17 años. Su idea, consistía en una gran línea flotante tubular, con faldones capaces de sumergirse hasta 3 metros. Esta línea, colocada como una suerte de cerco, podría de esa manera ir recogiendo todos los residuos flotantes, de modo que luego fueran sencillos de extraer.
Recién hacia 2016, se llevó a cabo un primer prototipo de esta idea y se probó. Dicha experimentación se efectuó sobre las costas holandesas y la línea mantuvo una longitud de 60 metros. Los resultados de esta primera prueba fueron altamente satisfactorios. Por ello, dio inicio la búsqueda por la extensión de los métodos aplicados.
A media distancia entre la ciudad de California, en Estados Unidos, y las Islas de Hawái, es donde se ha formado uno de los depósitos de residuos plásticos más grandes del mundo. Su extensión total, en la actualidad, alcanza los 1,4 millones de kilómetros cuadrados.
Como consecuencia de este nivel de contaminación por plásticos, un grupo conformado por distintas entidades de origen estadounidense invirtió 24,6 millones de dólares hacia el proyecto System 001. Este, consiste en la construcción y el ensayo de un equipo mayor, a modo de corroborar su capacidad en este nivel de concentración residual.
El primer montaje y lanzamiento de este proyecto de ingeniería se desarrolló durante 2018, en los muelles de Alameda. La longitud total fue de 610 metros. El sistema contó con sensores de dirección, control de corrientes y de vientos, medios de estabilización, como así también su propio generador y fuente de energía.
Ya hacia mediados del mes de septiembre del mismo año, el proyecto partió para poder ser puesto en funcionamiento en la zona compleja. A lo largo de dos meses se fueron realizando pruebas, como así también correcciones y reparaciones de problemas.
Si bien es cierto que el plástico flotante en los mares no es el único presente ni constituye tampoco el porcentaje más alto, hay expectativas positivas con relación a este proyecto de ingeniería. Se requerirán de nuevas pruebas para evaluar si puede efectivamente ofrecer soluciones a este problema y reducir -al menos en una parte- la contaminación de las aguas.