Distinto a lo que suele pensarse, son los artistas quienes siempre tienden a ser los primeros en hacer uso de las nuevas tecnologías en sus obras. Es una tendencia que se repite en el caso de la impresión 3D. Son muchos los artistas que ya han sido creadores de piezas – en algunos casos verdaderamente impresionantes – a través de esa tecnología.
Hoy en día, asistimos al renacer de algunos grandes artistas de la historia mundial. Tal es el caso de Vincent Van Gogh. El incuestionable genio de la pintura, conocido especialmente por su habilidad de capturar colores dinámicos y brillantes, vuelve a mostrarse en la actualidad, pero esta vez de la mano de otros artistas, como es el caso de Rob y Nick Carter. Estos, pensaron en el muy famoso cuadro de Los Girasoles de Van Gogh y lo trasladaron a la tecnología de la impresión 3D.
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Piezas artísticas increíbles con impresión 3D
Otro artista reconocido por el uso que ha logrado hacer de la técnica de impresión 3D es Eric Van Straten. Se destaca especialmente por haber hecho uso de un proceso de fabricación aditiva, a partir del cual las impresoras 3D lo que hacen es depositar capa a capa un polímero que se encarga de conformar muy delicadas y bellas figuras artísticas.
Patrimonio histórico
Además de los casos mencionados con anterioridad, donde se puede dar cuenta de la capacidad de la impresión 3D para crear obras de arte, podemos hacer referencia a la utilidad que tiene en aplicaciones de conservación del patrimonio histórico. En la ciudad de Washington, Estados Unidos, el Instituto Smithsonian ha encontrado en la impresión 3D una posibilidad para poder reproducir piezas originales. A su vez, se encuentra ahora en un momento clave para escanear en 3D el 10% de los objetos que poseen, que son un total de 140 millones.
Hasta el momento, todas las piezas procesadas con esta tecnología se encuentran a disposición del público en el sitio web del Instituto. Esto permite que cualquier persona que tenga acceso a tecnología de impresión 3D pueda recrear cualquiera de esos modelos para sí.
Siguiendo esta búsqueda de conservación del patrimonio histórico y cultural, es importante destacar el rol de la empresa Fuel3D. Lo que ha logrado esta empresa es reproducir una estatuilla que tiene más de 30.000 años, para el Museo de Bellas Artes de Bélgica. La pieza original, hasta ese momento, se encontraba solamente en el Museo de Historia Natural de Viena.
Los profesionales aseguran que el futuro de la impresión 3D para el arte y para la conservación patrimonial no puede ser mejor. Es eso lo que fomenta a continuar por este camino recorrido.