Parece que internet hubiera estado desde siempre en nuestras vidas. El gran boom fue en 1995; año en el que se popularizaron las búsquedas con el olvidado navegador, Internet Explorer.
A partir de ese momento el crecimiento de usuarios fue exponencial. Un cambio que se observa en la generación del 2.000 en adelante o de los “centennials”: casi nacieron sabiendo cómo manejar los móviles y buscar en YouTube, Google.
Nuestro mundo cambió a pasos agigantados haciendo la información y la comunicación asequible y rápida en un click.
Sin embargo, estamos cerca de vivir un hito similar al de los 90. Algo que hará que veamos la realidad de una manera diferente y transmutada de forma irreversible.
El nuevo mundo estará integrado por dos: uno real y otro virtual. Mundos tan interconectados, que podrán percibirse como uno solo para los hijos de la generación de niños que han nacido sabiendo cómo buscar en Google.
Este nuevo hito en las comunicaciones es el METAVERSO.
Neal Stephenson acuñó el término en su novela de ciencia ficción de 1992, Snow Crash. En ella, los seres humanos interactúan como avatares y lo hacen a través de un espacio tridimensional que es en realidad una metáfora del espacio real.
La realidad, como muchas veces ha ocurrido, superará en poco tiempo a la ficción; pasando el internet de ser 2D a 3D y todo esto, durante la década venidera.
¿En qué consiste el Metaverso?
El Metaverso es un universo digital que está integrado en la propia realidad y que permite a los individuos tener tanto una presencia social como una conciencia espacial compartida; junto a la posibilidad de participar de forma virtual en una economía sin fronteras.
Una de las cosas que nos ofrece el Metaverso es poder compartir esa realidad con amigos y con completos desconocidos a tiempo real, en vivo.
Para darte un ejemplo, con tu identidad en el Metaverso, puedes entrar en tus cuentas de correo, luego pasar a jugar en Fortnite e interactuar en tu red social favorita, Facebook, sin necesidad de ir introduciendo diferentes contraseñas porque tu identidad es única.
¿Cómo se entra al Metaverso?
Podríamos entrar al Metaverso con las gafas inteligentes de Facebook oculus, Microsoft Hololens (2021) o mediante las Apple glass (2022).
Características del Metaverso:
📌Persistencia
El Metaverso no se acaba, es decir, siempre está ahí esperando a que vuelvas a entrar.
A diferencia de lo que ocurre en un concierto virtual, una película o un videojuego, estos tienen un inicio y un fin. Sin embargo, imagina que en una parte del Metaverso construyes una casa: puedes salir del Metaverso y cuando vuelvas después de tomarte un café o después de varios días o semanas, volverla a encontrar tal cual la dejaste.
📌Escala masiva
Cientos de personas interactúan al tiempo y en directo en una misma experiencia virtual. Suponte que asistes a un festival de música con unos amigos de tu época universitaria que por mor del destino, en el mundo real, viven en diferentes países a miles de kilómetros.
Ahora, gracias al metaverso, se divierten junto a ti de forma virtual en un concierto con cientos de personas desconocidas.
En pequeña escala esto se ha logrado en el juego Fornite en el que cien usuarios han podido participar en una misma partida de forma sincronizada (sus saltos y bailes son vistos por los demás usuarios en tiempo real).
📌Accesibilidad e interoperabilidad
Ya hemos mencionado antes que eres una única identidad digital lo que te permite pasar de una experiencia a otra de forma fluida sin tener que introducir contraseñas.
Incluso tus posesiones son válidas en un sitio como en otro del Metaverso: podremos tener activos digitales que tienen valor en cualquier parte del Metaverso; siendo de nuestra propiedad independientemente de la plataforma que usemos.
Si me compro un atuendo en Fortnite puedo seguir disfrutando de él en Facebook e incluso mostrarlo a los demás en el festival al que acudo con mis amigos que viven ahora en Nueva Zelanda, Canadá y Alemania.
📌Economía virtual
Esta sería la que interesa a las grandes empresas y corporaciones. Si actualmente para comprar en un juego cambias los dólares reales por oro o gemas que sí son válidas en el juego, en el Metaverso el dinero se cambiaría también por una moneda virtual que te permitiría por ejemplo, comprar una parcela (esto se hace ya en Somnium Space) y construir una casa o un museo.
Pasado el tiempo por escasez de parcelas, esta tierra digital puede adquirir mucho más valor y el usuario podrá llegar incluso a ganar dinero por vender esta parcela o casa del Metaverso de forma pública.
Cada vez habría más usuarios usando dinero virtual, jugando durante más tiempo; beneficiándose económicamente las compañías que son las dueñas de las diferentes plataformas en las que se mueven todos estos millones de usuarios y de dinero.
El Metaverso tendrá infinitas aplicaciones: ser lugar de reencuentro, espacio de trabajo, de ocio, para viajar incluso en el tiempo (siempre de forma virtual, por supuesto).
Cabe preguntarnos si el Metaverso será bueno o malo para la Humanidad. Como todo, posiblemente dependa del uso que se haga de él.
Lo que sí es tan cierto como el aire que respiramos es que el Metaverso ya es una irrealidad imparable y que cuando pasen unos cuantos años, cambiará a nuestra aldea global por siempre jamás.