Se busca ingeniero. Este es el anuncio que muchas empresas españolas deberán publicar en los próximos años si se cumplen los datos de un estudio del Observatorio de la Ingeniería en España que prevé necesitará incorporar al menos 200.000 ingenieros en los próximos diez años para cubrir las necesidades de las empresas, tanto del sector industrial como de los servicios, donde este oficio cada vez más tiene más presencia en el ámbito de la consultoría.
200.000 personas. El equivalente de la población de Móstoles o Almería, y es una estimación de mínimos, porque la diversificación de la economía demandará en el futuro perfiles distintos de estos profesionales. Paradójicamente, en España la cifra actual de ingenieros no es baja. Hay casi 750.000 y la ratio por habitante es superior a la de Francia e Italia.
El tejido universitario español –en especial las politécnicas– está preparado pero las empresas creen que es urgente aumentar el número de plazas debido a que se trata de un profesional cada vez más buscado, desde el clásico ingeniero industrial hasta el consultor, pasando por el teleco y el programador. Son perfiles cada vez más solicitados por las start-ups y un 25% de las empresas del sector tiene dificultades para encontrarlos en España.
Este estudio será presentado en el Congreso de los Diputados el próximo mes de noviembre y ha sido elaborado basándose en una encuesta a más de 500 empresas instaladas en España, tanto locales como extranjeras.
En Dynatec ya habíamos abordado este tema en uno de nuestros post en los que hablábamos sobre la necesidad de encontrar talento TIC para la industria 4.0 . Este tema no es precisamente baladí si además le sumamos las cifras que aporta el observatorio de Ingeniería.
Los ingenieros mueven el mundo
La humanidad ha ido avanzando al ritmo que ha marcado la ingeniería, dando un paso hacia atrás en la historia se podría considerar como primer ingeniero civil al egipcio Imhotep que diseñó y construyó la pirámide escalonada de Zoser (año 2630-2611 a. C).
Desde la antigüedad hasta nuestros días, la agronomía, las construcciones civiles, la explotación de los recursos minerales, la canalización de las aguas sentó las bases para poder llegar al llamado estado del bienestar.
El invento de la máquina de vapor, la electricidad, la aeronáutica y las telecomunicaciones, han ido conformando el mundo actual en el que el termino ingeniería está en desuso, dado que es tan familiar que no es necesario nombrarlo, va unido intrínsecamente a nuestra forma de vida.
Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos “todo” es ingeniería. ¿Os imagináis nuestras vidas sin carreteras, sin agua, sin luz, sin alimentos en la nevera, sin teléfono, sin…? Claro que no. Pues demos gracias a la ingeniería.
La universidad alejada de la realidad empresarial
En muchas ocasiones la formación universitaria no se adecua plenamente a lo que pide el mercado, lo que lleva a muchas empresas a tener que ser ellas las que acaban formando a este personal ante la falta de preparación específica.
Todo ello hace que haya plazas laborales que queden vacantes, especialmente en los campos de la inteligencia artificial, la robótica y la transición energética. Y a ello hay que sumarle la falta de mujeres en la profesión. En la actualidad apenas representan el 20% del total, si bien en Europa existe un problema similar.
La ratio de ingenieros por habitante es superior al de Francia e Italia, pero la demanda es muy alta
Ante la necesidad de formar a 200.000 ingenieros en la próxima década, el Observatorio de la Ingeniería considera que el tejido universitario español está preparado. Cuenta con 47 centros académicos de distinta índole, entre los cuales destacan las universidades politécnicas de Catalunya, Madrid, Valencia y Cartagena. Sin embargo, Sala considera necesario incrementar plazas ante el creciente protagonismo de la profesión. “El ingeniero es clave en el futuro del país y la recuperación del PIB industrial, que ha ido en retroceso del 19% al 14,7% en los últimos cinco años”. En este sentido, el observatorio apunta que la presencia de los ingenieros en el ecosistema emprendedor es clave en la reconversión de la economía del país. “Permiten innovar de forma flexible, ágil y barata”, sostiene. De hecho, tres empresas que han alcanzado una valoración de 1.000 millones y se han convertido en unicornio en Barcelona –Wallbox, Factorial y Glovo– han sido fundadas por ingenieros formados en la UPC.
La incorporación de la mujer en esta profesión es clave. Solo dos de cada diez profesionales son mujeres en España, una cifra estancada en el tiempo
Para construir un mundo más sostenible harán falta más ingenieras, así lo pronosticaba The World Economic Forum. Las mujeres están infrarrepresentadas en la ingeniería, pero son necesarias para desarrollar soluciones inclusivas.
Suponen una gran cantidad de mano de obra en los países africanos, por lo que están en condiciones de ofrecer perspectivas que tengan en cuenta el género. Contar con más mujeres ingenieras significaría tener más modelos para las generaciones futuras.
Si tenemos alguna esperanza de que los Objetivos de desarrollo sostenibles se logren de aquí a 2030, debemos valernos de las capacidades y el talento de hombres y mujeres por igual, y ello implica seguir trabajando para crear un entorno más propicio para que las mujeres estudien, trabajen y prosperen.
En la apuesta por no desperdiciar el talento hacia otros sectores, el observatorio considera clave incorporar mujeres en la profesión. Tienen un papel minoritario en la actualidad, son apenas el 20% del total. Es una cifra estancada en el tiempo, y también es preocupante su escasa presencia a nivel internacional.
En Alemania, las mujeres ingenieras son apenas el 17%, en Francia el 22% y en Italia el 18%, por poner algunos ejemplos. Quizás una de las soluciones pase por abordar el problema desde la base, actuar en las escuelas mostrando referentes y cambiar la cultura de profesiones vinculadas a roles de género.
Faltan especialistas de robótica, inteligencia artificial y ecología, según el nuevo observatorio
Además, el estudio advierte de la necesidad de mejorar las aptitudes de los ingenieros. A pesar de que la formación española tiene prestigio internacional, el organismo considera que la formación no se adecua en su plenitud a las necesidades que demanda el mercado.
El 25% de las empresas manifiesta dificultades para encontrar ingenieros cualificados para los puestos de trabajo que demanda. Eso provoca que algunas vacantes queden sin cubrir o que las empresas se vean obligadas a contratar profesionales con una cualificación distinta, lo que provoca un aumento en los costes de formación de los trabajadores en la empresa. Por eso, es necesario potenciar la formación académica con nuevos grados vinculados a nuevas tecnologías y tendencias, como la inteligencia artificial, la robótica y la transición energética.
Es a la vista de todos estos problemas el Observatorio de la Ingeniería en España es estratégico ya que agrupa a organismos públicos y privados para velar e impulsar este sector, fundamental y clave para el futuro del país.
Entre todos toca ponerse las pilas y aportar los recursos económicos y materiales para que, en diez años, tanto la industria tradicional como los servicios de consultoría puedan disponer de esos 200.000 ingenieros que las empresas calculan que serán necesarios. España no puede permitirse quedar atrás en un sector clave para el desarrollo económico del país y las soluciones a la falta de esta mano de obra muy cualificada hay que empezar a aplicarlas antes de que sea tarde.