¿Qué es la biometría?
Para muchas personas el concepto de biometría puede sonar a algo lejano, demasiado científico o ni siquiera lo hayan oído jamás. Pero lo cierto es que es algo que está cada vez más presente en nuestras vidas y, aparentemente, a corto plazo será el sustituto de cualquiera de nuestras contraseñas o la llave que pueda abrirnos varias puertas.
La realidad es que todos somos diferentes. Nuestra genética, nuestra historia está presente en rasgos personales, completamente únicos. La biometría (literalmente, “medida de la vida”) es el conjunto de características fisiológicas y de comportamiento que verifican la identidad de un individuo.
La definición de biometría señala que se trata de un método de reconocimiento de personas basado en sus características fisiológicas o de comportamiento. Se trata de un proceso habitual y similar al que hacemos a diario para identificar a la persona que tenemos delante o reconocer a un amigo, solo que nosotros lo hacemos de manera inconsciente. El físico, la forma de andar, la voz o incluso la forma de las orejas pueden ser identificadores biométricos.
Los sistemas de reconocimiento biométrico son el futuro de la seguridad.
El cuerpo humano, la clave más difícil de replicar, se está convirtiendo en la apuesta más segura para evitar fraudes, acelerar procesos y generar confianza. Y, lo mejor de todo, no se trata de ciencia ficción
La autenticación biométrica es simplemente el proceso de verificar la identidad de un sujeto utilizando las características únicas de su cuerpo, y luego iniciar sesión en un servicio, una aplicación, un dispositivo, etc.
Los sistemas de identificación biométricos cada vez cuentan con mayor presencia en la sociedad, no solo en ámbitos referentes a grandes instalaciones o instituciones, sino que poco a poco se van introduciendo en las pequeñas acciones del día a día de cualquier persona.
Para entenderlo mejor, la biometría es el nombre general que recibe cualquier tipo de medición y cálculo corporal. La identificación biométrica verifica que «tú eres tú» basado en las medidas de tu cuerpo. La autenticación biométrica va un paso más allá y usa esa información para compararlo con una base de datos, en donde previamente se han almacenado los datos del sujeto a autenticar.
El reconocimiento facial, la tecnología biométrica del presente
La tecnología biométrica (como el sensor de huella digital) lleva varios años en nuestra sociedad. Sin embargo, el avance tecnológico ha abierto nuevos horizontes para la tecnología biométrica, especialmente en el reconocimiento facial, que tras años de maduración parece haberse hecho un lugar firme en nuestra sociedad.
Gracias al avance en el big data y las tecnologías de reconocimiento facial, iris y de huellas dactilares, los sistemas de reconocimiento y rastreo biométricos son cada vez más avanzados
Hoy en día existe muchos dispositivos que se pueden emplear para obtener los datos biométricos de una persona, registrarla, rastrearla y conceder acceso, y no solamente en cerraduras, muchos departamentos de policía están implementando sistemas de reconocimiento facial para identificar a los sospechosos y, durante la pandemia, para rastrear a los ciudadanos que han tenido contacto con el Covid-19 y asegurarse de que los mismos cumplan con las medidas preventivas como el distanciamiento social, etc.
Identificación biométrica a través del iris ocular
Hasta hace pocos años, este tipo de sistemas se limitaban al ámbito de las grandes empresas e instituciones públicas, las cuales requieren acotar determinadas zonas bajo estrictas medidas de seguridad.
Sin embargo, poco a poco estamos viendo como el reconocimiento del iris está llegando con mayor frecuencia a elementos más accesibles y cotidianos para cualquier ciudadano:
- Implantado como sistema para el control de acceso a edificios o partes de este.
- Integrado en smartphones y tabletas, como elemento de seguridad que permite su desbloqueo.
- Forma parte de las medidas de seguridad implementadas en algunos cajeros automáticos, aunque este uso, ciertamente, no se encuentra muy extendido. Dentro del ámbito de la banca, se emplea también como elemento necesario antes de realizar determinadas operaciones de cierta importancia, como transferencias, pagos o retiradas de efectivo.
- Control de seguridad en los aeropuertos y fronteras de algunos países.
- En el campo de la medicina, algunas instituciones están empezando a asociar los datos obtenidos mediante el reconocimiento biométrico del iris, al historial médico del paciente y, así, evitar usos fraudulentos del mismo o evitar cometer errores a la hora de tomar una decisión médica
La tecnología biométrica, una herramienta fundamental para el mundo financiero
Diversos sectores como el financiero, notarial, cameral, así como algunas entidades públicas, han implementado la validación de identidad mediante la biometría por huella, tecnología que se ha convertido en uno de los mecanismos más efectivos para hacer transacciones seguras y ágiles, y que está orientado a disminuir el fraude y la suplantación de identidad.
2018 fue el despegue de la biometría aplicada a la identificación remota de clientes. La previsión es que esta tecnología se consolide y avance hasta instaurarse de forma definitiva. De acuerdo con Marketpay, pronto desaparecerán las contraseñas y se dará paso al reconocimiento facial o por voz del usuario.
El futuro de la validación de identidad en el sector financiero apunta hacia una biometría multimodal que usa de forma simultánea varios rasgos biométricos, como el iris, el rostro, la voz, el ritmo cardíaco y la biometría conductual, para disminuir los casos de fraude y suplantación, el lavado de dinero y el financiamiento de terrorismo; simplificar el acceso a los productos bancarios; mejorar la eficiencia de las transacciones y permitirles a los clientes acceder a los servicios de forma no presencial.
Reconocimiento de voz, de película, pero ya en nuestras vidas
El reconocimiento de voz es la capacidad de una máquina o programa para identificar palabras y frases en lenguaje hablado y convertirlas a un formato legible por máquina. Es un tipo de inteligencia artificial que trata de establecer una comunicación entre el hombre y los ordenadores o dispositivos inteligentes, a través del lenguaje humano.
A diferencia de la biometría tradicional, como la huella digital, la cara y el iris, la voz es una combinación de biometría fisiológica y conductual.
La tecnología de reconocimiento de voz es algo con lo que se ha soñado y trabajado durante décadas.
Desde el pitido de R2-D2 en Star Wars hasta la voz incorpórea pero conmovedora de Samantha en Ella, los escritores de ciencia ficción han tenido un papel muy importante en la construcción de expectativas y predicciones sobre cómo podría ser el reconocimiento de voz en nuestro mundo.
Tenemos muchos ejemplos como HEY GOOGLE, el ayudante virtual de Google que te permite hacer las cosas más rápido. En lugar de realizar tareas manualmente tocando con el dedo en la pantalla miles de millones de veces, puedes hacer el trabajo utilizando comandos de voz.
En Google Docs, ahora puedes simplemente hablar por dictado de voz a texto si tu ordenador tiene un micrófono. El uso puede incluso pausar, emitir un comando, pausar nuevamente y reanudar el dictado.
Al igual que Google y Windows, Amazon también dispone de diversos programas que utilizan el reconocimiento de voz.
Amazon Transcribe es un servicio de reconocimiento automático de voz que facilita a los desarrolladores agregar capacidad de voz a texto a sus aplicaciones.
Oro ejemplo es Alexa, un asistente digital virtual desarrollado por Amazon para su línea de dispositivos informáticos Amazon Echo y Echo Dot . Las capacidades de Alexa imitan las de otros asistentes inteligentes como Apple Siri , Microsoft Cortana , Google Assistant y Samsung Bixby.
Si ‘Los Simpson’ desde la televisión son expertos en augurar el futuro, el cine no se queda atrás. Aunque parezca que la biometría llegó ayer mismo, Steven Spielberg ya nos la mostró en 2002 en ‘Minority Report’, basada en un relato de Philip K. Dick. Tom Cruise usó el reconocimiento de iris, una tecnología esencial para moverse en la Washington DC de 2054, época en la que se ambienta la película. Por si esto fuera poco, en algunas escenas ya se dejaba caer que el futuro de la publicidad sería personalizarla según los gustos de cada uno, nada que con los años no haya enseñado Facebook.
Sin duda el cine vaticina el futuro.