El año 2016 quedará marcado como un año sin precedentes en materia de ingeniería para el desarrollo.
Podríamos decir que ya se encuentra todo listo para que, pronto, entre en funcionamiento el radiotelescopio conocido como el más grande del mundo. Este radiotelescopio acaba de ver concluida su instalación en el condado de Pintang, en la Provincia de Guizhou, al Sur de China y su principal objetivo será el de sumar al gigante asiático en la búsqueda de vida en otros planetas.
Ingeniería hacia la vida en el Universo
Esta magnífica obra de ingeniería lleva el nombre de Five Hundred Meter Aperture Spherical Telescope (FAST). Este radiotelescopio cuenta con un total de 4.450 paneles de forma triangular y tiene el tamaño aproximado de treinta canchas de fútbol.
En cuanto a inversión, el FAST tardó cinco años en acabar de construirse e implicó un fondo económico de 180 millones de dólares.
La instalación de este gigante radiotelescopio implicó la necesidad de evacuar a 9.110 residentes, a los que el Gobierno chino ha debido dar una compensación económica de 1.823 dólares. El motivo por el que tuvo que llevarse a cabo dicha evacuación tiene que ver con garantizar que no se produzca ningún tipo de interferencia con el electromagnetismo del radiotelescopio.
El FAST, de 500 metros de diámetro, acabó relegando a un segundo lugar al Observatorio Arecibo ubicado en Puerto Rico, el cual cuenta con un total de 300 metros de diámetro y era el más grande del mundo hasta ahora.
El director general de la Sociedad Astronómica de China, Wu Xiangping, en una entrevista con la agencia de noticias Xinhua, afirmó que esta maravillosa obra de ingeniería – una de las más esplendorosas del siglo XXI – “nos ayudará a buscar vida inteligente fuera de nuestra galaxia”.
Los paneles incorporados en el radiotelescopio FAST son movibles y serán utilizados para reflejar señales de radio de lugares distantes en el Universo a una retina de un total de 30 toneladas que es capaz de recoger los datos para su posterior examinación.
Si bien su creación se vio finalizada recientemente, en el año 2016, el mismo deberá someterse a una serie de ajustes a lo largo de los próximos dos o tres años, los cuales apelarán a las necesidades específicas de los científicos chinos, quienes serán, en primera instancia, los únicos capaces de utilizar esta imponente obra de ingeniería que es el FAST.
¿Qué nos depara el futuro de la ingeniería?
El FAST no implica solamente una enorme inversión del gobierno chino en un intento de adentrarse en el campo de la búsqueda de vida inteligente en el Universo, sino también un salto cualitativo en materia de ingeniería que revolucionará, de ahora y para siempre, el mundo de la Astronomía a lo largo del globo. De allí que no podamos más que imaginar con qué nos sorprenderán de ahora en adelante, pudiendo garantizar que estaremos observando al cielo, abiertos a las maravillas que éste tenga para mostrarnos y que se encuentran aún ocultas en su inmensidad.
